domingo, 5 de octubre de 2008

POR EL PAPEL

Mano a manoChicago
remontó un 2-0 con actitud y dos regalitos: en el
1-2 el juez no vio cómo bajaron un centro de un puñetazo y en el 2-2 el tiro se desvió en un codo y entró.

MÁS ALLÁ DE LAS DONACIONES DEL ÁRBITRO Y DEL RIVAL, EL TORITO HIZO MÉRITOS SUFICIENTES PARA ALCANZAR LA IGUALDAD.

Mano a mano es el nombre del discazo que editaron en 1993 Silvio Rodríguez y Luis Eduardo Aute. Pero en este caso no se trató de un recital del cantautor cubano junto a su colega filipino. Fue la tarde perfecta para que, al ritmo de pura cumbia, José Montesano (relator de TyC Sports) tarareara su clásico "las manos de todos los pibes arriba". Entonces, Oreja pensó que era vóley y metió un remate a la salida de un córner, al mejor estilo Milinkovic, que terminó empujando al gol Argüello. Fue el 1-2 para Chicago y el tanto que abrió la ilusión para los de Mataderos.

Pero hubo más. Iban 45 minutos del segundo tiempo cuando Darío Gigena metió un zurdazo que parecía no tener demasiado riesgo para el arco defendido por Sanzotti, pero la pelota se desvió en el codo de Bocca, descolocó al arquero y se metió para decretar el 2-2 final.

Como si se tratara de chistes intencionales gozando a Clemente, Defensores también le dio una manito a Chicago. Es que el Dragón, con el partido 2-0 a su favor, le regaló el balón durante toda la parte final a su rival. Y el Torito exprimió al máximo las donaciones del árbitro y de su rival y a partir de esas facilidades remontó el resultado en contra.

El equipo de Mataderos, sin embargo, terminó justificando el resultado al no quedarse únicamente en esas colaboraciones. La gran virtud de Chicago fue, pese a la escasa claridad en el juego, la búsqueda inclaudicable del arco contrario. Y eso no lo negoció.

Los que sí especularon fueron los de Daniele y el 2-2 terminó siendo un castigo a esa mezquindad. En el ST el equipo del Gato se paró para jugar de contra, pero fue sólo una disposición táctica: no hubo contra alguna y mucho menos ataques. Recién cuando le empataron el partido, tuvo su primer remate al arco en la parte final.

"Mano a mano hemos quedado", reza el famoso tango inmortalizado por la voz de Carlos Gardel. Ayer fue sólo en el reparto de puntos. El Torito jugó para Chicago, el árbitro y Defensores, también.

Un difícil regreso


Facundo Argüello retornó a jugar tras 2 años, después de dos roturas al hilo del tendón de aquiles. La vuelta fue en Chicago, club en el que debutó en 1999 y en el que no jugaba desde hacía cinco años (13/7/2003 frente a Argentinos, 2-0, por la Promoción de Primera). Seguramente no fue el regreso soñado. A los 4 del PT dejó corto un pase y Cipriani mojó: "Tengo que mejorar mucho. Les pido perdón a los muchachos", dijo, aunque pudo convertir el gol del descuento que le sirvió de consuelo personal.

Fuente:ole

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