Queda claro que cada uno con su plata hace lo que quiere y puede distribuirla de la manera que se le antoja.
Ahora, ante esta situación consumada surgen varios interrogantes, y sin dudas lo más preocupante es que pasará después de las elecciones.
Damos por descontado que quien acepta una “dadiva”, automáticamente queda condicionado para dar una opinión. Más allá de quienes son los receptores de este aliciente económico (la mayoría seudo-mercenarios de no muy alto precio).
Que pasará cuando este candidato o agrupación llegue al poder? De donde saldrá ese dinero? Esperemos que de Chicago no.
Y porque manifestamos esta expresión de deseo?. La respuesta es simple…Recordamos el pasado, aquel pasado que nos mostró como una Comisión Directiva desviaba fondos del club para mantener a su “multimedio” e intentar (sin existo) manipular la opinión de la gente.
Muchos de los “beneficiarios” en la actualidad son los mismos (casualmente) que “operaron” en las elecciones pasadas.
Quizás lo que no saben estos nuevos políticos es que con dichos manejos acaban de venderle el “alma al diablo” y créanme que tarde o temprano “el diablo” le reclamará lo que le pertenece.
Existen listas con nombres de medios partidarios y montos de dinero que reciben, pero mientras los fondos salgan de “gente caritativa” con intenciones y ambiciones políticas en Chicago, nada podremos hacer.
Este mecanismo no es ilegal pero es de dudosa ética, por eso usted que está leyendo estas líneas, le pedimos también que sepan decodificar los “mensajes” mediáticos condicionados por el dinero.
NACHO DE TOMMASO
