(Será premonitoria…esta editorial fue publicada el 15/10/10, hace casi un año)
No es lo mismo jugar a no perder, que asumir riesgos y jugar a ganar, esta frase tan utilizada en el fútbol perfectamente se puede aplicar a otros aspectos de la vida.
Vayamos al sentido que le queremos dar a la editorial.
Ya lo mencionamos anteriormente, si tenemos que definir a esta comisión directiva y utilizar algún adjetivo no podríamos ser demasiado generosos en cuanto a la gestión pero tampoco podríamos caer en criticas descalificadotas mas allá de las que describen los errores cometidos.
“Jugaron” a no perder, a tratar de quedar siempre bien parados, apelaron demasiado a la frialdad para “construir” discursos “diplomáticos” cuyo contenido se fue diluyendo y desgastando con el paso del tiempo.
“Cautelosos”, “precavidos”, “temerosos”, “respetuosos”, “grises”, “prolijos”, etc. Cualquiera de estos adjetivos podría definir esta gestión.
Y la supuesta pasividad es aprovechada por los oportunistas de siempre para ir ganando terreno, aquellos que se reciclan como “basura” y vuelven en distintas formas, son los mismos que hace dos años eran “mala palabra” y hoy pareciera que tuvieran las formulas salvadoras que nunca utilizaron cuando les toco estar dentro del club, hablamos de la “escoria periférica”, basura toxica que se recicla automáticamente para regresar y terminar “el trabajo” que quedo a “medio hacer”.
Apelar a la memoria no es volver al pasado y la única forma de tener futuro es dejar de esconder la basura debajo de la alfombra para impedir que se recicle.
Y eliminar de una vez por todas los residuos tóxicos de aquella bomba atómica que dejó a Chicago reducido casi a cenizas.
NACHO DE TOMMASO
