Todos sabemos que el 2011 para Chicago es un año especial y es especial porque por sobre todas las cosas seremos parte del centenario de nuestro Club, un hecho histórico e irrepetible.
Pero es imposible obviar que también es un año electoral.
El oficialismo lo tiene más que claro y por eso comenzó a jugar “su partido” con algunas estrategias en muchos casos fallidas.
Permanentemente hacen política (y no está mal) lo que no nos parece correcto es el negar que la ejercen cotidianamente.
No quieren resignar el poder y para conservarlo están dispuestos a llevar a cabo lo que sea necesario dentro de los parámetros de su supuesta corrección y diplomacia, virtudes que pregonan dialécticamente.
Es innegable que han sido buenos administradores pero también han cometido errores ,en cuanto a la gestión ,innecesarios y visibles.
Y ante esas falencias nos empezamos a preguntar cuál es el rol que juega la oposición que hasta ahora solo demostró algún oportunismo inoportuno para realizar petitorios casi impresentables por la pobreza y la falta de contenido en sus reclamos.
Quedó muy claro que el oficialismo en Chicago jamás tuvo un proyecto definido e “hicieron agua” en puntos clave como el fútbol amateur y el profesional, y ni siquiera ante estas cuestiones, la oposición mostro señales de vida.
Hoy los socios e hinchas de Chicago están enterados de muchas de las cosas que ocurren solo por nosotros (hago referencia a los medios que intentamos ser serios)
Una vez más dichos medios llenan espacios que deberían ocupar algunas agrupaciones políticas que aunque sean minorías deben cumplir con la función de contralores.
Como lo mencionamos antes, el oficialismo está decidido a no perder poder e irán adelante con sus meritos y enormes limitaciones a cuestas. Limitaciones que no pasen más que dejar expuesta la falta de proyecto alternativo de la oposición.
Señores, Chicago es como un “reality show” todos quieren permanecer o pertenecer pero cada uno tendrá que mostrar su carta para jugar, inclusive los medios y al igual que en los “realitys” televisivos quien tiene la última palabra como siempre es la gente con su voto.
Esa misma gente que con ansias espera alguna propuesta seria aunque en muchas oportunidades el descreimiento se adueña de ellas.
Queda claro que el oficialismo empezó a jugar su partido y ahora a quienes les llego la hora de demostrar sus fichas (si es que las tienen) es la oposición, de lo contrario seguiremos navegando en la mediocridad como hasta ahora y utilizando la especulación como única herramienta.
NACHO DE TOMMASO