domingo, 23 de agosto de 2009

Actitud de Toro

Con mucha garra y algunos momentos de buen fútbol, Chicago le ganó 1-0 a Morón y se quedó con el clásico. Y ya se nota la mano de Leo Ramos en el equipo.


Los jugadores de Morón aún deben estar asombrados por la forma en que los players de Leo Ramos fueron a trabar cada pelota. Es que el técnico del Torito le imprimió al conjunto de Mataderos su propio sello: sangre, sudor y lágrimas. Y así, Chicago no defraudó. Peleó cada pelota como si fuera la última. Los tibios aplausos del comienzo, luego de una lujosa jugada de Gastón Erviti, se transformaron en ovación cuando seis jugadores barrieron a disputar una misma pelota. Esto es Chicago, bienvenidos a Mataderos.Desde el momento que Gabriel Guillaume puso en marcha el partido, el Torito fue a buscar la victoria. De hecho, iban tan solo 30 segundos cuando Migliardi tuvo que revolcarse para evitar la caída de su valla. Con una presión abrumadora, Chicago ganó el medio campo y creó varias situaciones de peligro. Sin embargo, la puntería era una materia pendiente. Una tras otra, los de Leo Ramos desperdiciaban las chances de gol. Quizá la más clara la tuvo Domenez, que cabeceó por arriba del travesaño luego de un centro cruzado de Erviti. ¿Morón? Llegó por primera vez a los 20 minutos, tras un remate de Almada Flores que se fue bastante lejos. Muy poco para un equipo que se armó para pelear el campeonato. En el comienzo de la segunda etapa se vio más decidido al conjunto de Stagliano, aunque solo duró un par de minutos. Y los de Ramos, de a poco, volvió a crecer. No porque creara demasiadas situaciones, si no porque la pelota siempre merodeaba en campo rival. A los 15, Talín capturó un rebote en mitad de cancha, se disfrazó de Juan Román Riquelme y habilitó de una manera exquisita a Carboni, que la paró de pecho y definió cruzado ante la salida de Migliardi: 1-0 y delirio en Mataderos. Ya en desventaja, el visitante salió a buscar el gol que le diera la igualdad. Pero era demasiado tarde: Chicago se plantó en el fondo y cerró muy bien todos los espacios, invitando al Gallito a jugar al pelotazo, una ecuación que no le dio resultado.El Torito arrancó bárbaro, y Leo Ramos lo sabe mejor que nadie: "Jugando de esta manera vamos a ser un equipo duro en la categoría. Hay que seguir por el mismo camino".

EMILIANO SOTOMAYOR


Lo que se dice un equipo

Solidaridad, unión y espíritu de grupo son los elementos para justificar el 1-0 ante Morón. Esos tres elementos se notaron tras la entrada en calor, cuando fueron un puño apretado con el cuerpo técnico los que jugaban, los suplentes y los no convocados. En un partido lleno de roces (clásico de la lejana 1ª B) y sin llegar al patoterismo, siempre hubo un compañero para copar la parada. Fue ordenado haciéndose fuerte atrás, donde Russo y Borelli ganaron su sector y González cubrió a todos. En el medio se asoció desde el vértigo de Cogrossi o Domenez y el toque de Erviti. Arriba, Ramos y Carboni se fabricaron espacios. No hay un nombre para destacar, sino un equipo. En formación, sí, pero así va a ser muy difícil quebrarlos.

JULIO CORDARA-Chicago Total-


Media máquina

Sin su formación ideal por la ausencia de cuatro titulares, al DT le respondieron bien los recambios.
No tuvo a su equipo ideal. Le faltaron cuatro jugadores que considera titulares. Así y todo, Leo Ramos arrancó la temporada con el pie derecho, sin sentir la ausencia de Damián Lemos, Facundo Lemmo, David Distéfano y Pablo Ruiz."Tengo un plantel de 33 jugadores y cualquiera puede jugar, como el caso de Leo Ramos, que debutó y nos dejó muy contentos", explicó el técnico, feliz por cómo le respondieron sus hombres de recambio.En la posición de volante central que pertenece a Lemos (suspendido) entró Rodrigo Pepe. En la banda izquierda, por Lemmo (contractura en el aductor derecho), jugó Domenez. Y el puesto de enganche que pertenece a Distéfano (no llegó la habilitación) lo ocupó Gastón Erviti (también llegó Cornejo). Y en el ataque le faltó Ruiz (desgarro) pero tuvo a Ramos.Por si eso fuera poco, Jonathan Enriquez venía de enganche pero se rompió los ligamentos en Mayo, y Sciffo arrastra una larga lesión...Aún con la formación retocada, sin cuatro titulares importantes, Chicago arrancó más que bien la temporada. Y nada menos que ante un clásico...


FUENTE:OLE


La nueva ilusión de Chicago se respalda en la humildad

Mezcló jugadores depoco recorrido conpibes y arrancó bien


Esta vez no son las figuras de nombre y el presupuesto de primera división el que sostiene la nueva ilusión de los siempre fieles y sufridos hinchas de Chicago. Hoy, en el segundo año en una categoría que le queda chica, la apuesta pasa por el corazón de los pibes que aprendieron a sentir la camiseta desde bien abajo y las ganas de trascender de un grupo de jugadores que, con poco recorrido en el ascenso, aceptaron el desafío de llegar a Mataderos en búsqueda de la gloria.Y, después del borrón y cuenta nueva, el largo camino arrancó con un triunfo meritorio y esperanzador para el Torito de Leonardo Ramos. Fue 1 a 0 ante un inexpresivo Deportivo Morón (fue uno de los primeros que se armó en esta larga pretemporada pero ayer no se le cayó ni una idea) tras noventa en los que resultó muy superior en todos los sectores del campo.Sorprendió la actitud que de movida mostró el de Mataderos. Saltó a la cancha con furia y en treinta segundos generó una situación de gol. Fue cuando el pibe Leonardo Ramos, homónimo del entrenador reclutado en el tramo final de la preparación de la cuarta división, sacó chapa de delantero importante, arrastró con los defensores y metió un remate que se perdió junto al palo derecho de Alejandro Migliardi.Enseguida, los de arriba y Gastón Erviti armaron una jugada rápida que el ex Aldosivi cerró con un toque bajo que rebotó en el cuerpo del arquero del Gallo. A partir de ese momento, el juego se emparejó para abajo y en ese contexto fue el visitante el que se vio beneficiado. Porque, desde lo táctico, al lento e impreciso equipo del “Tano” Stagliano le servía que el juego se trabase en el mediocampo. Como para que el “Pelado” Alejandro Orfila y compañía no sufran con la movilidad de los mediocampistas de Chicago. De todas maneras, en el segundo tiempo se volvieron a marcar las diferencias entre un conjunto equilibrado y con juego asociado y otro descompensado y sin sorpresa. Y el gol llegó en el minuto quince. Cortó Facundo Talín en el círculo central, pasó a territorio rival y metió una asistencia bárbara. Picó habilitado Leonardo Carboni, que definió cruzado.Sonrisas y aplausos en la tarde de Mataderos. La multitud de Chicago le abrió el crédito a un equipo que, en la primera prueba, dejó un mensaje claro: que el sacrificio y el compromiso está garantizado. Claro que nadie puede asegurar que con esto alcance para llegar a un final feliz allá por mayo del año próximo.
TODOS LOS ABRAZOS SON PARA LEONARDO CARBONI. EL NUEVO CHICAGO LE GANO MUY BIEN A MORON.

FUENTE:DIARIO POPULAR