Chicago es una bomba de tiempo y nadie hasta ahora la puede desactivar.
Los problemas económicos apremian (hay muchos compromisos que se deben afrontar) entre ellos sueldos atrasados al plantel, cuerpo técnico y empleados.
Las puertas se cierran no solo al público que pretende hacer valer su derecho de ir a ver al equipo, sino también a la dirigencia.
Hoy debido a la imperdonable irresponsabilidad de Fusca, todo el peso recae sobre un abrumado Sergio Ramos (Presidente interino de la institución).
La AFA cortó las “dadivas” , los organismos de seguridad asfixian a una Comisión Directiva que no muestra argumentos para encontrar la solución alternativa ( esa “solución mágica” que prometieron en campaña electoral) para paliar el malestar de los socios que hoy reclaman con justicia ir a la cancha.
Hoy casi no hay ingresos genuinos salvo que Sergio Ramos decida poner parte de su patrimonio en pos de un Chicago que a futuro no garantiza nada (no creemos que esto suceda).
Además por si esto fuera poco las Divisiones Juveniles descendieron de categoría, con todo el perjuicio que esto implica (bajo nivel de competencia, disminución de captación de jugadores, etc.).
Todo esto ocurre en un contexto de desunión y fraccionamiento dentro de lo que alguna vez se denominó “Esperanza Verde y Negra” (que lejos quedó aquella esperanza, no?).
Hoy por hoy la vida de la institución se apoya en algún éxito deportivo, algo que no es imposible si tenemos en cuenta la jerarquía del plantel.
Aunque un potencial ascenso tampoco garantizaría la solución si es que el Vicepresidente Blasco sigue en su postura de “intervenir” en el armado del plantel y del equipo. Y para ser sinceros hasta el momento Blasco no da muestras de cambiar su tesitura ni nadie (salvo nosotros) le pide que lo haga.
Pero la cuestión no termina acá, la “política Nacional” está metida dentro de la institución y muchas internas Nación – Ciudad se dirimen en el seno de Chicago, utilizando al club de manera inescrupulosa.
Inclusive en la disciplina del Hockey algunos punteros políticos de dudoso pasado estarían frotándose las manos para sacar provecho económico utilizando sus “contactos “con el estado.
Este es el doloroso panorama que azota a Chicago hoy, donde los conflictos y los intereses mezquinos hacen que el futuro sea más cercano al infierno que al purgatorio.
Lo dijimos antes de las elecciones y lo reafirmamos hoy NO HABIA MARGEN DE ERROR y lamentablemente la realidad de lo que ocurrió nos da la razón…
Hoy Chicago está a Kilómetros de Vélez y a unos pocos pasos de terminar como Español.
NACHO DE TOMMASO