“LA INSANA COSTUMBRE DE PERDER SIEMPRE”

La selección Argentina cosechó un nuevo y rotundo fracaso en la Copa América, otra derrota que confirma la profunda crisis en la cual está el Fútbol Argentino y de la cual esta lejos de salir.
En el 94 nos cortaron las piernas, en el 98 fue el recambio generacional, en el 2002 falto “la puesta a punto”, en el 2006 el problema era que Messi no jugó ante Alemania, en el 2010 Messi jugó pero el DT no lo ponía en su posición habitual y así siguen pasando los años…
Con futbolistas y entrenadores que van pasando pero con un Julio Grondona que parece haber hecho un pacto con el Diablo para permanecer eternamente en su sillón.
El fútbol Argentino atrasa 40 años, volvimos a la vieja época de defender “nuestras fuentes”, esa misma época donde de lo único que fuimos capaces era de conseguir el titulo de “Campeones Morales”, hoy ni siquiera eso.
Nos quedamos en el tiempo y mientras los demás se preocupan por mejorar y perfeccionarse, Argentina reivindica la improvisación y desprecia la táctica y las estrategias tan necesarias para actualizarse.
El problema es de base, nuestro país forma jugadores para exhibir y no para competir.
Y esta selección nos representa a todos, individualista, despreocupada, talentosa pero sin sacrificio, está claro que los Argentinos somos solidarios solo ante situaciones limites, de lo contrario no nos importa un comino lo que les pase a los demás y de esa misma manera vivimos…y así nos va como sociedad.
Pensar que un futbolista Argento vale más que todo el plantel de Perú y Venezuela juntos…
Pero eso de nada sirve si no se trabaja en equipo.
Lo de la Selección en la Copa América fue una vergüenza teniendo en cuenta un montón de factores (la localía, las “estrellas”, el poderío que de nada sirvió).
El ejemplo es Uruguay, un equipo sobrio, trabajado, disciplinado, con fuego sagrado y unido. Quizas no con tanto talento como nosotros pero con un espíritu que genera envidia.
Vio que es verdad? Se juega como se vive y evidentemente los Argentinos seguimos viviendo y jugando de la misma forma, equivocadamente.