No hay frase tan simple y a la vez tan ilustrativa como esa que hizo famosa el flaco Menoti…”Se juega como se vive” decía.
Y ya pasaron bastantes años, pero cual profeta sus dichos tienen una vigencia impensada por estos tiempos.
Y yo en estas líneas quiero reafirmar que el fútbol es un contundente reflejo de nuestra sociedad.
Fíjense los paralelismos: Quienes deberían impartir justicia no lo hacen (en este caso los árbitros) lo que genera una desprotección tremenda para los que quieren vivir dentro de la ley (léase reglamento).
Hay equipos con jugadores que se ven beneficiados por tener “zona liberada” para protestar, faltar el respeto y pegar de manera artera con clara intención de lastimar al rival (ej: el malintencionado Hugo Barrientos contra el Colombiano Giovanni Moreno quien cometió el pecado imperdonable de intentar jugar al fútbol) y quiero traer otro ejemplo que nos tocó transmitir hace algunos días en el partido que Chicago enfrento a San Carlos donde un tal Slezack fue a “romper” a Damián Luna casi como si esto estuviera previsto con anterioridad. Por suerte Luna no corrió con la desgracia que le tocó a su colega Colombiano y lo que espero es que esta nota no sea premonitoria.
Por supuesto estas situaciones que le describimos suceden ante la atenta y cómplice mirada de los jueces (dele el sentido que más le guste a la frase).
Y ni hablar del nivel de los equipos (se juega acelerado, sin pensar, presionado, violento, agresivo) igualito que en la sociedad no?
El panorama no es alentador, el mensaje que se baja es el del “vale todo” y lo que abunda es la impunidad.
Nacho De Tommaso