Sabemos que Chicago esta situado en una zona relegada y olvidada por los políticos, y casualmente esos mismos políticos son los que usan el club para sus miserables apetencias.
También sabemos que los vecinos de Mataderos desde hace un tiempo se quejan y protestan por una supuesta zona liberada para los delincuentes.
Y en el medio de todas estas cuestiones esta Chicago una institución que muestra dos polos bien opuestos, por un lado es un fenómeno social casi inexplicable y por el otro sirve de “excusa” para que se diriman internas cuyas raíces son mucho más profundas de lo que algunos nos quieren hacer creer.
La palabra violencia tiene muchas connotaciones y nosotros nos codeamos con ella diariamente, por eso el titulo de esta editorial, porque en este ámbito quien muestre debilidad rápidamente será “devorado” por alguien más fuerte.
El tiempo demostrará si en el futuro va a prevalecer el Chicago que la mayoría queremos, que es el que traspasa las fronteras, el que genera una pasión incomparable, el que gracias a sus hinchas en Primera “B” vende más camisetas que Tigre o Huracán, dos equipos que militan en la categoría de privilegio.
Sino nos encontraremos con un club desmembrado, con las tribunas divididas en diez partes o en su defecto jugando sin público.
Reconozco (como le debe pasar a muchos) que a veces dan ganas de bajar los brazos pero no hay opción, habrá que seguir luchando por la institución que soñamos aunque aquellos que dicen manejar “códigos” se encarguen de continuar con el daño que comenzaron a hacer desde hace tiempo.
Esta lucha no es para débiles ni para “cagones” porque hoy en Chicago pareciera que rige en muchos ámbitos “la ley de la selva” en donde no hay lugar para los tibios, por eso habrá que seguir con la firmeza y con convicción a pesar de que esta pelea signifique una Bienvenida a la Jungla.
NACHO DE TOMMASO