Desde que empezó el campeonato no menos de cinco o seis veces escuchamos de parte de los futbolistas de Chicago la palabra “Vergüenza” después de cada partido donde el equipo salía derrotado con actuaciones que rondan el ridículo.
Lo primero que quiero marcar es que hacen muy bien en sentir vergüenza, porque cada papelón que hace el equipo hace trastabillar el prestigio de Chicago y el de los propios jugadores (hago referencia a los que lo tienen).
Yo no creo en eso de “tocar fondo” porque pensé que esto había ocurrido después del partido con Barracas pero me equivoque.
Se han reunido, han hablado, han hecho autocritica y se han juramentado no volver a hacer el ridículo pero no cumplieron.
Por eso se acabaron las palabras y es hora de que apelen a su “amor propio” (si es que lo tienen) para terminar con las humillaciones como la del sábado frente a Atlanta.
Esta es solo una expresión de deseo sin muchos fundamentos, para sostenerla ,lo que espero es que vuelva a llegar el día en el cual volvamos a cambiar la palabra “Vergüenza” por “Orgullo”.
NACHO DE TOMMASO