miércoles, 15 de septiembre de 2010

“PEOR QUE LA IGNORANCIA ES LA NECEDAD”

Nadie puede abarcar todo y no existe nadie que pueda saber y opinar de todos los temas.
No es un pecado tener desconocimiento, pero sí es casi un pecado imperdonable que alguien crea que se las “sabe todas”.
Esto lo podemos llevar a la durísima actualidad de Chicago.
Los primeros seis meses todos entendimos y justificábamos las falencias y la ausencia en el tema futbol mas allá de que algunos notábamos que varios de los errores que percibíamos poco tenían que ver con el desastre heredado de la anterior gestión.
En innumerables oportunidades marcábamos el desmanejo, la despreocuoacion, la falta de compromiso y el enorme desconocimiento en el terreno del futbol de parte de la dirigencia pero el ego, la autosuficiencia y la falta de humildad no les permitió abrir la cabeza y los oídos para escuchar y entender las sugerencias y los intentos de mucha gente de aportar sus conocimientos para sumar y hacer llegar alguna solución.
Lejos de eso se empecinaron en cerrarse con una soberbia y una falta de autocritica mas que preocupantes.
Lo más doloroso es que jamás existió un proyecto, nadie aplicó pautas ni disciplina para trabajar, improvisaron y lo hicieron mal y se iban sacando los problemas de encima sin ver más allá de su propia pequeñez.
Si alguien creía que manejar a Chicago era solamente administrar plata y números, significa que miraban la realidad con un solo ojo. Si no todo se hubiera solucionado con un contador y diez bancarios detrás de un escritorio.
L a gestión es otra cosa mucho mas amplia que además de realizarla con “destacados y teóricos profesionales” habría que haberla hecho con pasión, alma, compromiso y capacidad (cosa que no ocurrió).
Por todo esto digo que peor que ser ignorante es no dejar de lado el ego para darle paso a la generosidad y grandeza de saber escuchar y capitalizar las sugerencias productivas, pero esta claro que para esto había que desterrar la necedad de creerse “iluminados”.
Y siempre tenga en cuenta que “el poder” no cambia a la gente, simplemente la muestra tal como es.

NACHO DE TOMMASO