“LAS APARIENCIAS ENGAÑAN”

Cuantas veces escuchamos la frase:”no le demos de comer a los de afuera” como si realmente importase lo que opinaran aquellos que fueron responsables de nuestro presente.
De nada sirve guardar las apariencias cuando no existe un proyecto claro de club.
De nada sirve “cambiar la imagen” cuando el cambio solo consiste en el hecho de mostrar una nueva cara, pero maquillada, para que no se noten los defectos.
De nada sirve ponernos “buena pilcha” si por dentro ocultamos nuestra miseria.
De nada sirve decir “que unidos tiramos para el mismo lado” cuando cada uno busca su propio beneficio.
La incapacidad muchas veces se viste con saco y corbata y tenemos ejemplos de sobra.
La hipocresía se disfraza de diplomacia para esconder lo que realmente pensamos.
La seriedad se confunde con la apatía y el desapasionamiento.
La teoría no alcanza cuando no se lleva a los hechos y los “pergaminos” quedan de lado cuando no existe el compromiso.
Ante todo esto son ridiculos los juramentos en vano ante la supuesta adversidad y las palabras vacías de contenido que pretenden transmitir una seguridad sobre lo que se hace que es incrédula hasta para quienes la pregonan.
Basta de justificar la necesidad de protagonismo y de permanecer diciendo “que la pelean de adentro”.
Porque mientras las diferencias sean de fondo y no de forma eso es imposible.
Dicen que “pertenecer tiene sus privilegios” .Pero mucho mas digno es aferrarse a los principios pero claro está que para eso primero hay que tenerlos.
Por eso no se puede vivir de apariencias ni disfrazar por mucho tiempo a la incapacidad con saco y corbata.
Por que siempre hay que tener presente…Que las apariencias engañan.

Nacho de Tommaso