FIN DE SEMANA SIN CHICAGO

Este domingo abrí el diario como hago siempre, pero esta vez no estabas. Te busque…te busque y aunque el diario hablaba de todos, no hablaba de ti.
Si bien es cierto que en los últimos tiempos verte o escuchar lo que decían de vos me producía tristeza, el hecho de pensar que algún día podrás faltarme me erizó la piel.
Nada es lo mismo sin vos, a pesar de los golpes que has recibido y de las heridas que todavía no cierran.
Y una vez más se cruza ese pensamiento nefasto en el cual no quiero detenerme, porque no soportaría tu ausencia.
Muchos hicieron lo posible para despedazarte, pero muchos más hicimos lo imposible para impedirlo y vos, una y otra vez te levantaste sobre tus ruinas.
Me gustaría volver a verte sonreir, me gustaría que las heridas cicatrizaran, me gustaría mirarte caminar erguido aunque hoy apenas puedas mantenerte en pie.
A pesar de todo tu corazón sigue latiendo, porque mientras exista ese hincha que derrame una lagrima cuando te sientas derrotado u otro que ponga un cimiento cuando te sientas derrumbado, se que nunca me vas a faltar.
Te prometo que la próxima vez que te vea, voy a disfrutarlo, porque se que nunca me vas a fallar.
¡Ponete la pilcha y salí a la cancha! ¡Lucí el verde y negro con orgullo! Pisa fuerte, mantene la frente en alto y hace que sientan el rigor, vos podes, y también sabes que no va a ser ni la primera ni última vez que lo logres.
Y cuando eso pase yo voy a estar ahí, porque sin vos no es lo mismo.
El domingo que viene voy a volver a abrir el diario y te quiero ver ahí.
Hoy casi me vuelvo loco, te busque, te busque pero no hubo caso, no te encontré y me dolió; espero que sea la ultima vez, porque como dice Baglieto, si en el diario no hablaban de ti, tampoco hablaban de mi.

NACHO DE TOMMASO