jueves, 19 de marzo de 2009

BASTA DE VIOLENCIA

Más que nunca, es Mataderos

La barra de Chicago se agarró a tiros tras el partido con Flandria y acusan a la Policía de liberar la zona.



La barra del Torito está dividida entre el grupo Los Perales y el de Los Antenas.

Si había una pelea anunciada, ésa era la de la barra de Chicago. Tanto que en la edición de Olé previa al partido con Flandria se podía leer: "La interna podría desembocar en una pelea durante el partido que se disputará hoy en Mataderos". La dirigencia del club estaba advertida. Por eso, llamó a la Subsef y se diagramó un súper operativo para que nada ocurriera, con 300 policías. Pero algo falló. Y no parece que fuera por negligencia. El resultado fue una emboscada del grupo Los Perales a la banda Las Antenas, a una cuadra del estadio, con balacera incluida que no terminó con muertos de casualidad. Hubo tres heridos de arma de fuego y la sensación de que esto no termina acá.

Los Perales, con Javi y César a la cabeza, dominaban a piacere la barra cuando Antonio Filomeno era el presidente. Llevan sobre sus espaldas la guerra contra la hinchada de Tigre del 25/6/07 que terminó con la muerte de Marcelo Cejas, hincha del Matador. También la agresión al candidato opositor Antonio Fusca, antes de las elecciones que desembocaron en el triunfo de Gustavo Lacanna. Y tienen banca política y policial. Uno tiene contrato con el Indec, otro se vincula a Ausa, la empresa que maneja las autopistas porteñas, y son punteros de un alto político PRO de la zona, que es diputado por la ciudad. Se ubican en la popular que da al centro de la cancha. Cuando Lacanna ganó (21/9/08), el grupo de Las Antenas, liderado por Aldo y Luis y con apoyo de políticos de La Matanza, vio la posibilidad de desbancarlos. Sumaron gente y terminaron copando la popular que está detrás del arco. Hubo varios enfrentamientos en los últimos seis meses (en uno recibió un balazo el Gusano, de Los Perales), pero este año estalló con todo. El domingo interceptaron a César a la salida de un bingo y lo molieron a palos. Y le prometieron guerra a Javi, quien dos meses atrás los había tiroteado.

El club estaba al tanto y pidió un operativo especial. A los 25 del ST, el grupo Los Perales dejó el estadio. El hueco era evidente para todos, menos para la Policía. Tuvieron tiempo de ir hasta el barrio, cargar las armas y volver sin que nadie los pare. Cuando terminó el partido y el grupo de Las Antenas salía, aparecieron y descargaron su arsenal. Fue en Andalgalá y San Pedro, a una cuadra de la cancha, con un operativo, se insiste, de 300 policías. O no saben diagramarlo o fue una entrega. La Comisaría de la zona, la 42, ya había sido investigada por connivencia con Los Perales en la emboscada a los de Tigre. Ojalá no haya que lamentar otra muerte para que el Estado se decida a actuar.

FUENTE:OLE

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